La golpiza que recibió un joven en la puerta de un boliche de Barrio Norte ha generado conmoción en nuestra sociedad. Mientras se llevan a cabo las investigaciones sobre lo sucedido con la denuncia de la familia y la defensa de los responsables del local y de los “patovicas” involucrados en el incidente, ha trascendido informes con respecto a la deficiente contención de la violencia en nuestro medio. Por lo  pronto, hace dos días el muchacho agredido fue dado de alta y los médicos le explicaron que deberá afrontar una serie de cuidados y controles especiales.

El incidente ha dado mucho que hablar y sus circunstancias han de ser bien dilucidadas en la investigación. No obstante, de lo que se ha visto en el video que tuvo amplia circulación se ve una agresión desmedida que por fortuna no tuvo consecuencias mayores. Se sabe  que el representante legal de los propietarios del centro nocturno de Maipú al 700 y de cuatro de los implicados en el hecho se pusieron a disposición de los investigadores y anunciaron que en el momento oportuno contarán su versión de los hechos.

En los debates que tuvieron lugar a propósito de esta agresión se recordó que en 2022 hubo otro incidente a latigazos protagonizado por “patovicas”; dos concejales advirtieron que hay una ley nacional a la que se adhirió la provincia en 2018 pero que no ha sido reglamentada y que en nuestro medio todos los fines de semana en algún boliche o en algún bar no solo se da violencia sino también discriminación, que están contempladas en la ley nacional no reglamentada. Por otra parte, un experto en seguridad analizó con criterio amplio estos hechos “que se repiten año tras año” y opinó que responden a una sociedad en la que la violencia parece sistemática. “Hay un cóctel explosivo que es habilitar a mansalva cualquier tipo de instalación sin contar con seguridad y vigilancia apropiadas y también una sociedad afectada por la violencia  que exige que estos grupos de seguridad estén a  la altura. La sociedad cotidiana hoy es violenta: lo vemos en ámbitos educativos, alumnos que pelean en la calle y en el  Congreso, con diputados que también actúan en forma agresiva”.

Tras esta exposición, se expuso que no hacen falta más normas sino que se discutan y reglamenten las que hay, que requieren capacitación del personal que se ocupa precisamente de prevenir la violencia, actuar contra ella y resolverla precisamente de modo pacífico. La norma nacional establece  condiciones para el personal de seguridad: estar registrado, tener capacitación específica avalada por instituciones oficiales en primeros auxilios, protocolos de actuación, técnicas de reducción física, certificados de buena conducta e identificación en los uniformes. Se ha pedido que municipios y provincia actúen coordinadamente y que el Ministerio de Seguridad, que a través de la Policía se ocupa de autorizar el funcionamiento de locales o de la realización de eventos, se ocupe de controlar que en ellos se cumpla lo que requieren las normas y no sólo actuar cuando las emergencias han ocurrido.